La permanecia del INEE pende de un hilo.
Cuando el próximo presidente de la República, Andrés Manuel Lopez Obrador anunció su desaparición, seguramente le llegaron los resultados de valoración al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Todo apunta a que el INEE no es apto.
EL INEE, al igual que algunos maestros, se encuentran en la incertidumbre, después de tres grupos evaluados. El próximo a concluir es en noviembre. En los resultados, el organismo evaluador durante más de cinco años demuestran que no hay nada para que continúen con su permanencia.
Primeramente, sus servicios son extremadamente caros. Sus miembros se creyeron los dueños que custodiaban el acceso a la calidad educativa y por ello creyeron que debían de ganar cantidades exorbitantes, incluso más que el presidente. Si los integrantes de la junta, fueran honestos. Deberían entender que es momento de una autoevaluación.
Finalmente sobre el banco de datos de maestros y escuelas con necesidades, son valiosos. Sin embargo cuando se metieron con los derechos laborales fue un terrible error. Por lo tanto, la permanencia del INEE, pende de un hilo.
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