La principal función es resguardar la vida de los pequeños, con nuevos sistemas que permitan dar seguridad y tranquilidad a las familias.
Los sistemas de protección de los 247 lugares son los más eficientes, con alta tecnología y vigilancia, lo que los convierte en los más seguros de Latinoamérica, en beneficio de sus más de 35 mil infantes.
Brenda Reyes tiene un hijo de año y medio, todos los días lo lleva a una guardería antes de ir a su trabajo. Ahí cuida y vigila los movimientos de los bebés y niños inscritos en las 123 estancias infantiles que el ISSSTE tiene en todo el país.
Ella forma parte de los ocho operadores y tres supervisores que laboran en el Centro Nacional de Mando y Reacción para la Seguridad de los Infantes de las Estancias de Bienestar y Desarrollo Infantil (EBDI), el C4 de las guarderías.
Información del ISSSTE precisa que el funcionamiento del centro de mando del instituto vigila 123 estancias propias y cuenta con 700 cámaras, mil alarmas de emergencia, 4 mil 400 detectores de humo y tiene coordinación con sistemas de protección civil de los tres órdenes de gobierno.
Cuenta con hidrantes automatizados para el combate de incendios, circuitos cerrados de video vigilancia, acondicionamiento de salidas de emergencia en todas las instalaciones y el personal es capacitado en protección civil.
En esos lugares los niños llegan a las 7:00 horas. Por ello, Brenda inicia sus labores de monitoreo desde ese momento. Sus compañeros entran de manera escalonada y a las 19:00 horas, cuando no hay algún infante en las aulas, los operadores pueden partir a su casa.
Frente a Brenda hay un monitor que muestra el mapa de la República, ahí se observan unas líneas rojas que avanzan en dirección a Culiacán, Sinaloa.
Explica que una estancia infantil perdió su conexión con el centro de mando, respecto a lo que señala: “Se pudo ir la luz, por lo que el módem se apaga, pero lo registró el sistema. Lo que procede es comunicarnos con la directora de la estancia y ver que todo esté en orden”.
En la sala de monitoreo en la que sólo hay dos celulares, porque ningún operador puede tener su móvil o sus pertenencias cerca para evitar distracciones.
“No habrá otra tragedia como ABC de Sonora.”
El hijo de Brenda es derechohabiente del instituto, por este motivo acude a una de las 123 estancias infantiles, pero la mujer explica que no puede estar viendo a su pequeño.
“Todo el tiempo estoy checando las alertas, vigilando las cámaras, quién entra o sale de las guarderías. No se trata de estar viendo a mi hijo, tengo la certeza de que está en buenas manos y cualquier cosa, seremos los primeros en saber”, explica.
Este centro de mando “tiene el objetivo de salvaguardar la integridad de los menores de todas nuestras estancias, así como a los que laboran en ellas que son más de 7 mil personas”, declaró Jorge Antonio Cano Félix, director de tecnología y estrategia digital del ISSSTE.
Detalló que este lugar no es un sistema de vigilancia. “Suelen confundirlo; sin embargo, es una plataforma que se divide en infraestructura y en sistemas de información”.
Aquí se monitorea más de 8 mil 600 sensores de movimiento, temperatura, humo y gas que están instalados en las estancias, además de 700 cámaras de video, alarmas sísmicas y motores de emergencia.
De acuerdo con información del ISSSTE, la principal función de este centro es resguardar lo más valioso: la vida de las hijas e hijos de los trabajadores, implementando nuevos sistemas que permitan darle seguridad y tranquilidad a los padres de familia.
Para Brenda es un orgullo trabajar en este centro de mando: “Es un honor pertenecer a un lugar que es único en Latinoamérica, que usa toda la tecnología en beneficio de nuestros hijos”.
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