Pequeños detalles que los estudiantes tienen muy en cuenta y para ellos significan mucho.
Ya se que están por acabar las clases, pero siempre hay algún hueco para aprender y leer algo que espero les pueda resultar útil.
El hacer felices a nuestros alumnos es una de nuestras principales tareas. La felicidad se alcanza cuando estamos en armonía. Los pasos para tener alumnos felices son muy sencillos.
Esto es algo muy importante y que todo docente debería tener muy en cuenta y esforzarse por conseguirlo. Un alumno feliz tiene más ganas de adquirir conocimientos nuevos, está más despierto, más activo, más concentrado, presta más atención en clase, la relación con sus compañeros y profesores mejora considerablemente si disfruta de su día a día en el aula.
Por este motivo, te comparto diez maneras para hacer felices a tus alumnos.
No son cosas increíblemente difíciles, son pequeños detalles que los estudiantes tienen muy en cuenta y para ellos significan mucho.
Escuchar a los alumnos, tienen muchas cosas que decir.
¡Y tanto que tienen cosas que decir! Si los profesores mantuvieran una escucha activa y auténtica, muchos alumnos se sentirán valorados. No olvides motivar a tus alumnos, ellos lo necesitan mucho para ser personas de éxito.
Mantener una actitud positiva en clase.
Entrar en las aulas con buen humor y mostrar a los estudiantes una actitud positiva, hace que ellos también la tengan. Si se dan cuenta de que su maestro se ríe y está cómodo en clase ellos se contagiarán con esa alegría y emoción que intenta transmitir cada docente.
Los contenidos académicos no son lo único importante.
En el aula también se tiene que dar importancia a las emociones y a los sentimientos de los alumnos. El estado de ánimo y cómo se sientan los alumnos va a influir muchísimo en el proceso de aprendizaje.
Dar clases en diferentes escenarios.
Muchos alumnos se llegan a aburrir de estar siempre metidos en las aulas. Prepara una clase donde los estudiantes estén al aire libre, no solo les va a sorprender, vas a captar su atención y conseguirás que los alumnos estén más activos y despiertos.
Generar oportunidades para trabajar en equipo.
A muchos alumnos les encanta trabajar con sus compañeros y es ahí cuando sacan lo mejor de sí mismos. Al trabajar en equipo los profesores están fomentando que se respete las opiniones de los demás, que se tolere los pensamientos e ideas de todos y sin duda alguna, están dando mucha importancia a la diversidad, a la imaginación y a la creatividad.
Hacer conscientes a los alumnos de su aprendizaje.
En muchas ocasiones, hay profesores que se dedican a escribir en la pizarra y a dictar apuntes de la asignatura. En estos casos, los estudiantes se preparan para la memorización, pero dudo mucho que asimilen de verdad los contenidos. Eso no es hacerles conscientes de su aprendizaje.
El aprendizaje por proyectos da la oportunidad a los estudiantes a que sean ellos los que propongan una solución al docente basándose en investigaciones y búsquedas de información. Eso les hace estar más seguros de sí mismos y por lo tanto más felices.
Fomentar el pensamiento crítico en clase.
Genera oportunidades para que los estudiantes tengan que debatir y expresar su opinión respecto a un tema.
Además, que los alumnos tengan oportunidades de decir lo que piensan, de exponer sus dudas y escuchar las ideas de sus compañeros les servirá para enriquecerse y para aprender cosas nuevas.
Los errores forman parte del aprendizaje.
A muchos alumnos les da vergüenza equivocarse y cometer fallos delante de sus compañeros y profesores. Tenemos que hacer ver a los estudiantes que equivocarse es de lo más normal cuando se están adquiriendo nuevos conocimientos.
Mostrar interés en los alumnos.
Interesarse por lo que los alumnos hacen fuera de clase, por sus gustos, por sus inseguridades, por sus dudas y por sus miedos va hacer que los estudiantes se den cuenta que en el centro educativo y en clase son importantes y se preocupan de ellos. De esta forma, su felicidad en el aula irá aumentando considerablemente cada día.
Perder el miedo a divertirse en clase.
Hay profesores que tienen mucho miedo a llevar juegos a sus clases. Jugar estimula el cerebro de los estudiantes, les hace sonreír, y los aleja de las presiones de las calificaciones, de las notas y de los exámenes. Además, también aprenden muchísimas cosas nuevas, como valores increíblemente importantes para su día a día.
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