Cuando los niños ya saben sumar y restar suelen sentirse especialmente motivados por aprender a multiplicar.
Aprender a multiplicar no es un asunto sencillo para los niños, y es que, además de aprender el concepto de multiplicación, los niños tendrán que memorizar las 10 tablas para poder realizar operaciones matemáticas de forma rápida y sin utilizar los dedos o la clásica “cuenta de la vieja”.
Expertos proponen otro método diferente para resolver multiplicaciones, se trata de la tabla de Pitágoras, llamada así porque fue creada por este filósofo y matemática hace más de 2000 años.
Compartimos con fines educativos – pastorales la publicación del portal educativo Etapa Infantil, esperamos que sea de utilidad para padres y docentes.
Cuando los niños ya saben sumar y restar suelen sentirse especialmente motivados por aprender a multiplicar.
Por lo general, esta suele ser una de las primeras habilidades matemáticas que los peques aprenden en el colegio ya que les sirve para hacer grandes sumas de forma más rápida, pero también es una de las que más trabajo les cuesta aprender.
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Sin embargo, para aprender a multiplicar no es necesario recurrir exclusivamente a la memoria ya que, a fin de cuentas, se trata de una habilidad que requiere cierta dosis de razonamiento. Además, existen muchísimas estrategias más sencillas para aprender a multiplicar que repetir de memoria las tablas de multiplicación, como por ejemplo, la tabla de Pitágoras.
¿Qué es la tabla de Pitágoras?
La tabla de Pitágoras o tabla pitagórica es una forma alternativa y más compacta de representar las 10 tablas de multiplicación.
Fue desarrollada por el famoso matemático Pitágoras hace siglos pero aún hoy sigue siendo muy útil para que los niños aprendan a multiplicar.
La clave de su eficacia radica en que ayuda a visualizar de forma muy simple las multiplicaciones, a la vez que refleja de forma más clara algunas propiedades matemáticas como la conmutativa, la propiedad de intercambiar el orden de los factores sin que se altere el producto, lo cual le ayuda a los pequeños a apropiarse con más facilidad de este contenido.
Básicamente, la tabla está compuesta por una serie de columnas y filas, por una parte se ubican los multiplicando, los números que van a ser multiplicados, y por otra, los multiplicadores, los números por los que se multiplicarán.
En la parte interna de la tabla, se encuentran las celdas que intersecan la fila superior y la columna ubicada más a la izquierda, estas celdas contienen el producto de cada multiplicación.
Por ejemplo, para multiplicar 2×3 el primer paso consiste en ubicar el 2 en la columna situada más a la izquierda y encontrar el 3 en la fila superior, luego se busca la celda que interseca dicha columna y fila y encontrarás el resultado de la multiplicación.
Una de sus grandes ventajas es que se puede multiplicar en ambos sentidos, o sea, ubicando el multiplicando y el multiplicador lo mismo en la columna situada más a la izquierda o en la fila superior.
Además, el hecho de que se trate de un único elemento para manejar, en lugar de 10 tablas diferentes, facilita el trabajo con la tabla de Pitágoras y ayuda a los niños a encontrar patrones y simetrías de forma visual, lo cual estimula su pensamiento lógico.
3 claves para presentarle al niño la tabla de Pitágoras
Espera el momento adecuado.
Uno de los errores más frecuentes que cometen los padres al enseñar a multiplicar a sus hijos consiste en presentarles las tablas sin que estén preparados para ello.
Si los niños no han aprendido a sumar y restar bien y no tienen la madurez suficiente para adquirir nuevos contenidos, será mejor esperar a que estén preparados ya que forzarlos antes de tiempo podría ser contraproducente.
Explícale en qué consiste la multiplicación.
A los niños les gusta entender el por qué de las cosas y comprender para qué sirven.
De esta forma logran automotivarse, algo que resulta muy útil cuando deben aprender algo nuevo.
Por eso, debes explicarle si les explicas para qué les sirve aprender a multiplicar, se sentirán motivados a trabajar con la tabla de Pitágoras.
Muéstrale cómo hacer multiplicaciones básicas.
Antes de enfrentarse a la tabla de Pitágoras, los niños deben conocer cómo funciona el proceso de multiplicación y deben entender el razonamiento de base.
Por eso, es importante que empieces por las multiplicaciones básicas y más sencillas, como 2×2, 3×3 o 2×3. Para trabajar este concepto debes hacerle comprender que la multiplicación se basa en la suma sucesiva del mismo número, de manera que 3×2 significa 2 veces 3, es decir, 3+3. Una vez que el niño haya comprendido cómo funciona la multiplicación, puedes enseñarle la tabla de Pitágoras.
Esperamos que le sea de utilidad.
No estoy de acuerdo, quitarle esfuerzo a los niños los convierte en adultos inútiles.