Esto por amenazas de supuestos grupos delictivos en redes sociales.
Varias poblaciones mexicanas como Chilapa, en el sureño estado de Guerrero, mantienen sus escuelas cerradas, mientras maestros y alumnos buscan volver a la normalidad en medio del temor a represalias.
“Por Whatsapp se están enviando comunicados delictivos donde no quieren que haya clases porque supuestamente hay muchos alumnos involucrados en ciertos problemas, y no quieren venir a sacarlos de las escuelas”, relató una maestra de Chilapa, que prefiere guardar el anonimato por seguridad.
El titular de la Secretaría de Educación de Guerrero, José Luis González de la Vega, informó ayer que, por la inseguridad generada por el crimen organizado, un centenar de centros educativos se vieron obligados a cerrar en esta región del estado.
“Se está ocasionando un caos por la educación debido a esos mensajes delictivos que están mandando de que no quieren que haya clases. Porque van a venir a sacar a los maestros, incluso matarlos”, destacó la maestra.
Ante este preocupante panorama, padres y docentes se han organizado para que los estudiantes no pierdan el ciclo escolar.
Los maestros han enviado por internet distintas tareas a sus alumnos, y los profesores han pospuesto varios exámenes, a la espera de una respuesta de las autoridades.
Según informó en días recientes el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, ya se ha pedido apoyo federal para que el Ejército resguarde las escuelas de Chilapa y otros municipios de la región, como ya acontece en el balneario de Acapulco, muy azotado por el crimen organizado.
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