El manejo de las emociones o inteligencia emocional, como todo ser humano, necesita una especial atención.
El manejo de las emociones o inteligencia emocional, como todo ser humano, necesita una especial atención en el desempeño docente, pues no sólo interactúa como informante de ciencias o formante en valores, sino que sus expresiones reflejarán siempre ese estado interior, para lo cual se nos sugieren cinco habilidades y competencias que se deben adquirir y manejar.
“Si la dimensión emocional es la clave en las relaciones humanas y la práctica docente se desarrolla en escenarios interactivos, es válido entonces el llamado de atención a todos y cada uno de los que practican la docencia a cualquier nivel, a desarrollar explícita e implícitamente competencias sociafectivas,..” (César Uribe Neira).
El Artículo del Blog Inteligencia emocional y Docencia hace referencia a la psicóloga y autora española de relatos infantiles y libros educativos Begoña Ibarrola (1954), aunque en las redes encontrarán no pocos artículos afines al tema, y que compartimos con fines únicamente educativos – pastorales.
Competencias y habilidades del docente emocionalmente inteligente
Las emociones se encuentran en el centro de la existencia de una persona debido a la influencia que tienen sobre todos los aspectos que rodean a la vida misma.
La manera en que cada uno de nosotros aprende a manejar sus emociones será la medida del éxito propuesto. Es por eso que para alcanzar el éxito en nuestra práctica profesional debemos ser emocionalmente inteligentes haciendo nuestras ciertas competencias y habilidades.
A continuación encontrarán algunas de ellas:
1. Autoconciencia:
Esto es tener conocimiento de las propias emociones en el momento justo que aparecen, saberlas identificar poniéndoles nombre y jerarquizando su intensidad.
2. Autocontrol:
Es la capacidad de controlar la expresión de nuestras emociones pero con la particularidad de hacerlo en el momento justo.
3. Automotivación:
Las personas que tienen esta capacidad de motivarse a sí mismos son más persistentes y tenaces pues han fijado previamente el objetivo que persiguen.
4. Empatía:
Significa reconocer las emociones ajenas poniéndose en su lugar. Una de las herramientas básicas para poder desarrollar la empatía es el sabe r escuchar y descifrar hasta la comunicación no verbal.
5. Destreza social:
se refiere a saber relacionarse adecuadamente con el resto de las personas que nos rodean, entenderse con ellas. En esta competencia está implícito el liderazgo, la popularidad.
Conoce todo lo relacionado con las últimas técnicas pedagógicas aquí.
¿Cómo es el profesor con inteligencia emocional?
- Está conectado con su misión, con su vocación y valores en su día a día.
- Está presente en el aula, en cuerpo, alma y emoción, disfrutando del aquí y el ahora.
- Es consciente de sus emociones y sabe canalizarlas para dar lo mejor de sí mismo.
- Se plantea objetivos concretos y alcanzables, siendo coherente en sus acciones.
- Mantiene relaciones constructivas con profesores y padres.
- Es capaz de resolver los conflictos de forma creativa y cuidando sus emociones y las de los demás.
- También es capaz de empatizar con sus alumnos y, desde esa empatía, educarles y hacerles crecer.
- Es un ejemplo a seguir, un modelo de conducta emocional y social saludable.
- Sabe escuchar y dar feedbacks constructivos.
- Sabe hacer preguntas que abren posibilidades y orientan hacia la acción a sus alumnos.
- Aprovecha las múltiples ocasiones en el aula y fuera de ella, para desarrollar en sus alumnos aspectos tan importantes como: la autoestima, la creatividad, la iniciativa, la tolerancia a la frustración, las habilidades de comunicación y trabajo en equipo, etc.