Las campañas políticas en el contexto democrático son espacios de suma importancia para la sociedad.
A través de ellas podemos conocer cuáles son las visiones de país y las formas de llevarlas a cabo de aquellos que quieren ser electos como gobernantes.
Es un momento en el que la plena implicación por parte de la sociedad civil puede hacer que quienes aspiren a la presidencia volteen a ver más allá de sus intereses y presten atención a los temas que resultan relevantes para todos.
Hoy, uno de los temas de mayor trascendencia en nuestro país sin lugar a dudas es el de la educación, pues impacta directamente en el presente y futuro de los jóvenes mexicanos, y por ende al desarrollo de nuestro país.
La semana pasada, 10 por la Educación; una iniciativa conformada por más de 100 organizaciones que buscan la mejora continua de la educación; invitó a los cinco candidatos a la presidencia de la República a un diálogo para que dieran a conocer y profundizaran sobre las propuestas educativas.
En este foro pudimos conocer las ideas, el diagnóstico y el rumbo que quieren seguir las personas que podrían estar al frente de la próxima administración.
Fue un evento exitoso en el que hemos podido constatar que existen importantes coincidencias en los cuatro candidatos que acudieron, y en las propuestas que nos hizo llegar el quinto ausente, a pesar de que 36 horas después cambiara de opinión.
Durante el evento los cuatro candidatos avalaron la transformación educativa y subrayaron la necesidad de continuar y avanzar con los cambios en curso en los temas torales.
Las respuestas que obtuvimos por parte de los candidatos nos confirman que; por lo menos en el discurso; todos están de acuerdo en que el sistema educativo debe tener en el centro el aprendizaje de los alumnos y para ello la formación contunua de los maestros es indispnsable.
A manera de sumario, rescato las propuestas que a mi parecer son centrales en los rubros de profesionalización docente, transparencia, equidad y gestión.
Si no evaluamos; no podemos tener un diagnóstico de las fortalezas y las áreas de oportunidad de profesores y alumnos. En primer término, existen coincidencias sobre la urgente necesidad de consolidar el sistema de formación docente.
Para ello es fundamental una transformación profunda de las escuelas Normales; de manera que estas instituciones formadoras de los futuros docentes estén alineadas para brindar una capacitación que sea consistente con los planteamientos pedagógicos contemplados en el nuevo modelo educativo.
Además, se planteó una formación continua que vaya de la mano de la evaluación.
Y sobre este tema ahora sabemos que existe consenso en la importancia de las evaluaciones educativas, tanto aquellas relacionadas con el desempeño de los maestros como las dirigidas a evaluar el aprendizaje de los alumnos.
Si no evaluamos; no podemos tener un diagnóstico de las fortalezas y las áreas de oportunidad de profesores y alumnos con el fin de orientar políticas encaminadas a corregir y fortalecer su desempeño y; eventualmente, lograr mayor calidad en el aprendizaje de los estudiantes en las aulas del país.
Asimismo, existen afinidades en las propuestas sobre transparentar el presupuesto y el ejercicio del gasto educativo.
En particular destacan los planteamientos de poner a disposición de la comunidad escolar la información completa sobre los recursos de las escuelas para fortalecer la rendición de cuentas y el buen uso de los presupuestos educativos.
En el discurso; los candidatos han pasado la prueba; pero falta lo más importante: un compromiso irrevocable y real con la educación que vaya más allá de intereses partidistas o de grupos de presión.
Existe un reconocimiento del problema serio de desigualdades educativas en el país.
Las brechas educativas que caracterizan a nuestro sistema educativo no podrán ser revertidas si no contamos con políticas públicas diferenciadas; que atiendan de manera especial a la población con mayores índices de marginación.
Es por ello; que en primer lugar es imprescindible orientar políticas; focalizadas a favor de las opciones educativas que atienden a los menos favorecidos de la sociedad.
En este sentido; se planteó la necesidad de contar con estímulos económicos; para que los mejores docentes atiendan a las zonas más marginadas de nuestro país.
Además; todos reconocieron que la burocracia no puede detener el avance en la educación; en este sentido nuestro sistema educativo requiere contar con un modelo de gestión y gobernanza eficiente; que reordene la carga administrativa escolar y promueva el uso de tecnologías para su mejor gestión.
Después de este ejercicio me parece que en lo que estamos todos de acuerdo; los candidatos y la sociedad civil; es en el interés superior de los niños y el derecho humano a una educación de calidad; equitativa e incluyente.
Por lo menos en el discurso, los candidatos han pasado la prueba, pero falta lo más importante; un compromiso irrevocable y real con la educación; que vaya más allá de intereses partidistas o de grupos de presión y que; ponga a los niños y niñas de México en el centro de todas las decisiones.
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