El desarrollo del lenguaje se produce a los tres meses antes del nacimiento.
En el nacimiento, el bebé es capaz de reconocer la voz de su madre e identificarla frente al resto de las voces. También los recién nacidos tienen la capacidad de discriminar entre la gran mayoría de pares de sonidos existentes en el habla humano.
El Lenguaje es un factor vital en el aprendizaje del niño en su neurodesarrollo y en sus relaciones sociales. Le permite adaptarse a su ambiente y desarrollar aspectos básicos de su personalidad.
El Lenguaje se convierte en el principal medio de pensamiento, creación e imaginación.
Los niños pasan de una ausencia total del habla a un dominio absoluto del lenguaje. Esto se convierte en la herramienta fundamental para expresar y verbalizar sus pensamientos y emociones. Sin embargo, esto es un proceso gradual.
El retraso en la adquisición del lenguaje puede ser debido a numerosas causas. Existen tanto factores genéticos como ambientales, pre, peri y postnatales, que pueden interferir y provocar alteraciones en el desarrollo del lenguaje.
Esto, genera mucha ansiedad y preocupación en las familias. Los retrasos en el lenguaje suelen acompañarse de trastornos conductuales, por lo que es importante que se realice un diagnóstico precoz.
Es aconsejable estudiar al niño a partir de los dos años analizando su capacidad de atención, el contacto ocular, la respuesta a los estímulos.
Trastornos específicos del habla y del Lenguaje
Son aquellas situaciones en las que el desarrollo del lenguaje se encuentra dificultado sin
que exista un déficit en los sistemas implicados del lenguaje.
Son visibles desde las primeras etapas del desarrollo, también pueden aparecer más tarde. Principalmente afectan a la comprensión y a la expresión. Pueden afectar a la pronunciación al ritmo y fluencia, o pueden ser retrasos más específicos que afecten a la
decodificación y codificación verbal.
El ayudarlos a mejorar el cerebro es permitirle cumplir más eficientemente su función, lo cual implica dirigir el comportamiento a partir de la captación, elaboración y producción de información.
También significa resolver mejor nuestros problemas encontrando más posibilidades cuando la situación dice que no existe ninguna. Podemos utilizar los juegos como pilar de la educación y, en especial, los juegos de mesa en el campo pedagógico, que nos ayudan a desarrollar las habilidades orales y escritas, a potenciar la imaginación, la creatividad, y las relaciones socioafectivas con sus pares.