Todos nos hemos enfrentado a esos alumnos que simplemente no participan en clase.
Niños que se la pasan aburridos en el salón, niños que no interactúan con la clase o simplemente la clase no coopera y sientes que estás hablándole a un salón vacío. La educación va cambiando y con la llegada de las nuevas ideologías y medios de comunicación, es importante estar actualizados en todos los ambientes y ya !basta de alumnos apáticos!
Puntualiza los objetivos de la clase
A principio del año académico, plantea objetivos claros, reglas y expectativas para que no haya confusión. Así los estudiantes tendrán las metas claras por las que trabajar. Fomenta la pertenencia de los objetivos, para que los estudiantes tengan conocimiento de lo que se espera de ellos y así puedan mantenerse motivados.
Crea un ambiente libre de ultimátum
Cuando los docentes crean un ambiente seguro y de apoyo, afirman que creen en las habilidades de sus estudiantes. En lugar de describir las consecuencias de no hacer determinada cosa, los estudiantes cubrirán las expectativas que los adultos a su alrededor les comuniquen. Concéntrate en lo que se puede, no en lo que no.
Cambia de escenario
Para renovar el interés, brindarles a tus estudiantes la posibilidad de salir del aula. Haz trabajos de campo, invita recursos o simplemente llévalos a la biblioteca.
Ofrece experiencias variadas
Mezcla las tareas para que los estudiantes con diferentes preferencias puedan enfocarse en aquello que más les gusta. No todos los estudiantes responderán a las tareas de la misma forma.
Plantea metas altas, pero alcanzables
A los alumnos les gusta sentirse desafiados. Trabajarán para alcanzar altas expectativas mientras crean que esas metas están a su alcance. No tengas miedo de empujarlos para obtener más de ellos.
Usa la competencia positiva
Trabaja para crear un espíritu amigable y competitivo en tu clase. Utiliza juegos grupales relacionados al material u otras oportunidades para que los estudiantes puedan demostrar su conocimiento. La competencia en clase no siempre es algo malo, y en algunos casos puede motivar a los estudiantes a esforzarse.
Haz las cosas divertidas
La integración de la enseñanza lúdica en las actividades en el salón de clases puede hacer del mismo un lugar más amigable y divertido. Los estudiantes que ven la escuela como un lugar en donde pueden divertirse estarán más motivados a prestar atención. A su vez, están dispuestos hacer el trabajo que se requiera de ellos. Aquí podrías utilizar maquetas y otros recursos didácticos.
Permite les trabajar juntos
Promueve la interacción social. Los estudiantes pueden motivarse mutuamente para alcanzar una meta y se entusiasmarán para trabajar en grupo. Muchos encontrarán divertido intentar resolver problemas, hacer experimentos y trabajar en proyectos con otros estudiantes.
El tener buenas estrategias para motivar a los alumnos, plantear metas a largo plazo para tus estudiantes, es fundamental y necesario pues el desarrollo de los estudiantes mejora su calidad y esfuerzo según el enfoque establecido de la SEP. Ya basta de alumnos apáticos mejora la educación de tus alumnos y así llevalos por un buen camino.