Los niños piden teléfonos, televisores y consolas de videojuegos.
Miles de niños salieron ayer a las calles y plazas a jugar con su regalo de Santa el 25 de diciembre, pero esta vez los obsequios dieron un giro, en su mayoría, dejaron de ser juguetes.
Los padres de los niños recuerdan que, minutos después de la medianoche del 24 de diciembre y por la mañana del día siguiente, ellos salían a “estrenar” sus nuevos juguetes, como bicicletas, patines y pelotas de fútbol a la calle con sus amigos.
Fernando, de 60 años, recuerda que “había una especie de competencia por los juguetes más lindos, los más grandes, y ya al rato intercambiábamos los juguetes y todos terminábamos jugando con todos los regalos como hasta las dos de la mañana en la calle”.
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“Era otra época, habían menos autos y las calles y plazas eran seguras, en la noche de Navidad casi no pasaban vehículos y podías jugar tranquilo fuera de la casa o ir a la casa de un amigo a jugar, no era como hoy que pasan autos a cada rato y todos andan pendientes de los ladrones”, comentó.
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Algunos menores sobre sus bicicletas con ruedas pequeñas de apoyo intentan disfrutar del nuevo juguete bajo un calor cercano a los 30 grados centígrados. ¿Y dónde está el resto de los niños?
La respuesta la tienen los propios padres: en las casas con sus juguetes electrónicos. Sergio comenta: “mi hijo de 12 años me pidió una consola de videojuegos y una lista de juegos, entonces no salen a la calle como salíamos nosotros sino que se quedan en las casas”.
La realidad de hoy es esa. Con mis compañeros de oficina ya la comentamos y es general. Los niños piden teléfonos, televisores y consolas de videojuegos, todo para jugar en las casas, no como antes que era un desfile de niños con juguetes por las calles cada 25 de diciembre.
Las bicicletas quedaron más para el paseo de fin de semana en familia y la pelota para el colegio o para jugar en la casa, en el patio, con los hermanos, pero los niños de hoy no piden eso, piden electrónica, modernidad y conexión para tener el mundo en las manos. Mis hijos hoy juegan un juego en línea con niños de otros países que ni siquiera hablan español. De salir a la calle ni por casualidad”.
De esta forma, hoy la Navidad se vive en gran parte al interior de las casas, sin el calor decembrino y al ritmo de los tiempos, con la tecnología dominando los regalos que trajo este año Santa Claus a todos los niños.