Implica transmitir contenidos, hábitos y valoraciones.
Educar, no es solamente transmitir conocimientos, contenidos. Sino que implica otras dimensiones. Transmitir contenidos, hábitos y valoraciones, los tres juntos”.
La enseñanza es el delinear una propuesta que los niños no sepan resolver directamente. Pero que estén en condiciones de hacerlo aplicando y traduciendo conocimientos. Probando, ensayando, investigando, imitando, reflexionando solos o en conjunto sobre ella.
Es más el que aprendan a repetir y/o memorizar, sino favorecer la participación activa de los estudiantes. Encendiendo en ellos su curiosidad, generando la motivación a ensanchar sus capacidades cognitivas y mentales. Estimulando el trabajo colaborativo. Esta ruta pedagógica deja claramente determinado que ninguna teoría del aprendizaje debe subestimar el valor de los contenidos del aprendizaje.
Los profesores muestran lo que saben y cómo lo aprendieron, dando pistas, señalando direcciones de trabajo. Enseñando cómo utilizar los errores, apoyando la integración de conocimientos a través de una continua reedición de los mismos.
Actualización pedagógica
Además, debe ser cuidadoso en su formación pedagógica, preparados para manejar los últimos avances didácticos y tener la habilidad de seleccionar y proponer a la consideración de los alumnos. Los elementos esenciales del patrimonio cultural acumulados en el tiempo y el estudio de las grandes cuestiones que la humanidad.
De lo contrario, se corre el riesgo de una enseñanza de mirar y subrayar el texto, de tomar apuntes. De cumplir un plan de estudios, orientada a aprender sólo lo que hoy se considera útil. Porque lo requiere una circunstancial demanda económica o social, pero que se olvida de lo que es para la persona humana indispensable.
La enseñanza y el aprendizaje representan los dos términos de una relación que no es sólo entre un objeto de estudio y una mente que aprende, sino entre personas. La educación ha sido, es y debe ser siempre “humanizante”.
La relación entre el profesor y el estudiante no puede basarse en relaciones sólo técnicas y profesionales. Más bien debe nutrirse de estima recíproca, confianza, respeto y cordialidad.
El profesor es el primer artífice para humanizar el aprendizaje, de orientar el aprendizaje hacia el saber sobre el sentido y la finalidad.
El Congreso Mundial “Educar hoy y mañana. Una pasión que se renueva”, nos recuerda que el aprendizaje no es sólo asimilación de contenidos. Sino oportunidad de auto-educación, de compromiso por el propio perfeccionamiento y por el bien común. De desarrollo de la creatividad.
En el corazón de los cambios del mundo, los profesores (con los padres de familia) tienen que enseñar a los niños y jóvenes a aprender en ese tejido social en que se encuentra metida esta nueva generación de niños y jóvenes.
Maestros hoy día
Hoy el profesor tiene muchos itinerarios para manejar las diversas teorías del aprendizaje. Pero la formación integral no sólo requiere conocer las teorías del aprendizaje y saber enseñar conocimientos. Sino también la habilidad y destreza para el manejo diligente de la pedagogía precisa (metodología y técnica) que se aplica a la enseñanza.
Con el objetivo que los estudiantes descubran la importancia de lo que aprenden y el sentido de esos conocimientos contextualizados que motiven su interés y su esfuerzo.
Este nuevo profesor, que enseña para que aprendan, está un poco lejano del perfil docente de hace unos años. Porque, sin dejar de hacer esas tareas, el profesor que exige el mundo de hoy, debe de ser (por vocación y por claro testimonio) quien se adapte a su realidad.