La mayoría de proyectos de innovación educativa nacen de la iniciativa de un profesor en una aula común.
Una aula es un habitación cúbica con pizarra y pupitres que también necesita rediseñarse en coherencia con los pilares de un proyecto de innovación.
Sin embargo, ¿cómo podemos rediseñar el aula estándar?
Ésa en la que todos hemos estudiado y en la que aún nos movemos en nuestro día a día. Te propongo 10 pautas a bajo coste.
Que nadie se crea que esto del espacio es solo una cuestión de ingresos desorbitados de algún modo hay que empezar a rediseñar el espacio.
1. Ordena las mesas en equipo.
Potencia el aprendizaje cooperativo. Las mesas en hilera han perdido su sentido. Centra la atención sobre el trabajo en el centro de cada mesa, es ahí donde crece el conocimiento.
2. Las paredes son pizarras.
Apuesta por el papel vinilo adhesivo y por la pintura de efecto pizarra para extender las posibilidades de la pared.
Crea nuevas pizarras o espacios de papel continuo que acompañan a la pizarra de siempre. Favorece que los alumnos puedan utilizarlos con rotuladores en las distintas actividades. Usa al menos, una gran pared como pizarra de vinilo, o más barato aún, con pintura que permita escribir y borrar con tiza.
Las grandes pizarras son estupendos espacios flexibles y polivalentes para dibujar, proyectar, decorar…
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3. Abre una ventana digital.
Necesitas una pantalla, una Pizarra Digital Interactiva o una simple pared en la que se proyecte la dimensión digital del aula.
4. Utiliza toda la pared y todas las paredes.
Las paredes son grande superficies de las que a menudo no sacamos todo el partido que podemos.
Si cubres una pared con papel vinilo es muy probable que te queden espacios libres cerca del techo.
Utilízalos para completar con frases optimistas, sentencias culturales, lemas escolares o las normas del aula diseñadas por los propios alumnos.
5. Descentra el foco de atención.
Ponle ruedas a tu mesa, minimiza tu espacio. La mesa del profesor es alta, con ruedas y se acompaña de un taburete con respaldo.
Es importante moverse entre los alumnos, centrar el foco de aprendizaje sobre cada grupo y cada persona.
Ayúdate a descentrar la linealidad del aula creando al menos tres focos: uno en el espacio digital, otro sobre una de las pizarras y otro en cada tarea sobre las mesas en equipo.
6. Conquista los pasillos.
Los pasillos son espacios de aprendizaje cuando nosotros los vestimos como tal.
Muchas actividades pueden tener lugar en los pasillos aligerando el peso del aula.
7. Las ventanas también pintan.
Utiliza las ventanas como espacio para escribir con rotuladores para pizarras. Anima los alumnos a narrar sus ideas, crear mapas mentales o ayudarse con post-its y otras estrategias en el proceso.
No te olvides que las ventanas también son espacio educativo.
8. Crea tendederos.
Puedes lanzar finas cuerdas o sedal para colgar imágenes y trabajos de los alumnos de un lado a otro del techo o a lo largo de una pared.
Son muy útiles ya que mientras las paredes ejercen de nuevas pizarras, los tendederos permiten animar el espacio con imágenes de los proyectos de cada semana.
Además son muy sencillas de cambiar gracias a las pinzas, mucho mejor que las chinchetas y los alfileres.
9. Cuida la iluminación.
Muchas aulas cuentan con luces fluorescentes que iluminan de una forma espantosa y a veces, focalizada en pocas áreas.
La intensidad y el efecto lumínico mejoran cuando cubrimos estas lámparas con sábanas o telas en tonos blancos o sepias muy claros. Con este sencillo efecto la luz gana claridad y naturalidad.
10. Involucra a los alumnos en el proceso.
Ayúdate con las herramientas del Pensamiento de Diseño: ¿Cómo podemos mejorar el diseño de nuestro aula?, ¿cómo podemos diseñar un espacio que facilite el aprendizaje?
Investiga y documenta, seguro que con la ayuda de tus alumnos y de estas experiencias lograrás crear tu propia lista de pautas efectivas.
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