Es maestro de Historia de España y recientemente su método para enseñar la Edad Media a sus estudiantes de Secundaria se ha vuelto viral.
Su nombre es Juan Naranjo, y su método consiste en utilizar un grupo de WhatsApp. Es esencial para un docente estar al día de las tecnologías que usan sus estudiantes. Aunque esta es la primera vez que a utilizado WhatsApp como herramienta para repasar los contenidos de la asignatura de Historia, los alumnos ya están acostumbrados al empleo de las nuevas tecnologías con un fin académico.
Por ejemplo en concursos de fotografía sobre el paisaje mediterráneo, analizado la iconografía del arte egipcio a través del videoclip Dark Horse de Katy Perry, repasado los contenidos de la Prehistoria usando el gameplay de un videojuego (Far Cry Primal)… A ellos les encanta hacer actividades diversas y a el le encanta diversificar los métodos, comenta. [adsense]
El método consiste en
Surgió en la propia clase. Se nos vino a la mente la idea de que en aquella época la Península Ibérica era constantemente invadida por pueblos que se convertían “en los nuevos administradores”. La imagen que relacionaba Historia Medieval con un grupo de WhatsApp me pareció muy poderosa y les propuse crear conversaciones ficticias en forma de guión que después pasamos a un grupo real de WhatsApp. Les apasiona todo lo que tenga que ver con las nuevas tecnologías y a mí me sirve para engancharles a mis asignaturas.
El proyecto se desarrollo así
A lo largo de dos clases y siempre durante el horario escolar. Primero repasando el temario, pues cada uno hizo su propia propuesta de guión para el grupo. Después se pusieron todas en común y seleccionamos cuales eran las frases que mejor podrían representar a cada reino. Tras esto, fue sólo cuestión de trasladarlo a un grupo de WhatsApp real, creado entre nosotros, e ir organizando cuando entraba y salía cada uno, como si de un teatro se tratase.
Observar cómo los alumnos aprenden sin darse cuenta, como si estuvieran jugando o haciendo algo fuera de las paredes del instituto. ¿Lo peor? Los fallos inherentes a la tecnología: siempre hay baterías que se acaban, señales de Wi-Fi que no llegan bien…
Espíritu innovador
Hay que estar siempre estudiando, investigando, estar al día de las nuevas tendencias y de las cosas que investigan otros docentes. Las técnicas que uso con mi alumnos siempre se están renovando según lo que voy descubriendo del campo de la pedagogía (una ciencia social extremadamente exhaustiva y compleja) y de ellos mismos. Una actividad sólo sorprende la primera vez: si la repites, se convierte en una tarea rutinaria. Ahora me estoy rompiendo la cabeza para ver la próxima innovación educativa que llevo a cabo en el aula con este grupo: los tiros van a ir por los juegos de rol.
Aprendo mucho por mi cuenta, en Internet, de las experiencias de otros profesores con intereses similares a los míos
Somos miles los docentes preocupados por la innovación y la calidad educativa. En mi centro toda la escuela se implica constantemente en proyectos que tratan de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje, la convivencia y el bienestar del alumnado. Y también está el bagaje personal de cada uno (yo, por ejemplo, además de Licenciado en Historia del Arte, soy Maestro de Audición y Lenguaje, y Licenciado en Pedagogía, además de Máster en Teoría e Historia de la Educación) que intentamos verter en nuestra práctica cotidiana. Y también aprendo mucho por mi cuenta, en Internet, de las experiencias de otros profesores con intereses similares a los míos.
Creo que hoy necesitan los alumnos básicamente lo mismo que los de cualquier época: que se les escuche, que se les respete, que se les trate con cariño, que se trabaje codo con codo con ellos y que se esté atento a sus necesidades. La tecnología y la innovación educativa son sólo medios para conseguir eso.
Hay miles de profesores que se estrujan el cerebro para intentar innovar, para hacer interesantes sus materias y para enganchar a su alumnado a la ciencia, el arte, las letras… Mi ejercicio de repaso mediante WhatsApp es sólo un ejemplo más de las miles de cosas que profesores que llevan a cabo cada día, a pesar de lo rígido del currículum, de la pérdida de poder adquisitivo y de la inestabilidad laboral (yo he llegado a trabajar en tres institutos en un mismo curso).
Con los padres hay que hacer un poco de labor pedagógica porque les choca que usemos el celular en clase, mientras ellos intentan que sus hijos dependan menos de la tecnología. Siempre les intento explicar que los celulares son una realidad y que ya que están en los bolsillos de cada adolescente podemos luchar contra ellos o educarles para usarlos para cosas positivas.
Regla de oro para detener el Bullying.