El bullying es una forma de maltrato verbal o físico que afecta a una persona, principalmente a estudiantes, de prácticamente todos los grados escolares.
Estos ataques suelen estar fundados en temas de género, orientación sexual, apariencia, discapacidad, raza o religión. Estas agresiones se dan en el salón, el patio escolar o las redes sociales. Son un punto donde las agresiones se dan de manera constante provocando en los estudiantes, problemas psicológicos y físicos.
Aquí algunas maneras efectivas de evitar el bullying.
Reconoce el problema
Los docentes deben educar a los estudiantes, padres, colegas y a la comunidad sobre la importancia de tomar en serio esta problemática y cómo reconocerla. Además, debe establecer un plan de acción para responder a los maltratos que ve cada día, por más insignificantes que parezcan. Bajo ningún concepto debes recomendarles a las víctimas que sean “menos sensibles” o que hagan un mayor esfuerzo por hacer amigos. Esto no hace más que estigmatizar y culpabilizar al niño por lo que le está sucediendo.
Involucra a los estudiantes
Una estrategia que recomienda Cohn-Vargas es fomentar un diálogo abierto con los estudiantes acerca del acoso y la intolerancia, mediante asambleas o foros “anti-bullying” y así dejar que ellos propongan ideas y discutan soluciones a los problemas. De esta manera, ningún alumno se sentirá ajeno a la problemática.
Convierte a los estudiantes pasivos en activos
Al participar en una discusión abierta sobre el tema, los estudiantes que no son víctimas ni victimarios directos del bullying, los “observadores”, tendrán más herramientas para sentirse involucrados y convertirse en agentes activos en contra de los maltratos.
Realiza juegos de roles explicándole a los alumnos cómo ponerse en el lugar del otro y ayudarse mutuamente a alzar la voz en contra del abuso de sus compañeros.
Promueve la tolerancia y la inclusión
Generar un ambiente inclusivo, seguro y tolerante en la clase es esencial para que los alumnos sientan que su identidad es respetada y valorada. Como docente, debes mostrar una actitud abierta a los estudiantes, de manera que ellos entiendan que pueden confiar en ti si están sufriendo situaciones de hostigamiento o violencia.
Presta atención a los agresores
De la misma manera que las víctimas, los niños responsables del bullying deben recibir atención y ayuda para disminuir su conducta agresiva. A menudo el atacar y sentir la necesidad de dominar a los compañeros responde a inseguridades propias e incluso a situaciones de violencia experimentadas en el hogar. Ignorar al agresor y sólo enfocarse en la víctima es incompatible con una verdadera resolución del problema a largo plazo.
Esta problemática que sin duda supone un desafío para padres, docentes y educadores, ya que a menudo puede escaparse de los ojos de incluso el más observador y parecer una lucha imposible de ganar. Esperemos que estas maneras efectivas de evitar el bullying les funcionen.
No solo los alumnos lo sufren, también nosotros los maestros lo podemos sufrir.