Nos gusta nuestra profesión y cada día nos esforzamos para hacerlo mejor, pero… ¿somos eficientes como maestros?
La enseñanza no se trata de esparcir conocimiento académico, si no que hay que guiar a los alumnos por el camino correcto. Esto conlleva muchas exigencias que muchas veces no son tenidas en cuenta.
Si tienes paciencia, respeto por el aprendizaje, empatía y ganas de ayudar a otros, la enseñanza será una carrera muy gratificante, llena de oportunidades para el desarrollo personal y profesional.
“Los maestros eficaces no nacen, se hacen después de una enorme cantidad de trabajo duro y dedicación”, según la Facultad de Educación de la Universidad de Lehigh en Bethlehem, Pensilvania.
Pero ¿Eres un profesor eficiente? Descúbrelo en nuestra siguiente lista:
Mente abierta
Aprender cada día y adaptarse son partes importantes para ser un buen maestro. Cada día tendrás nuevos e inesperados obstáculos que superar, por lo que debes de adaptarte y superarlos.
Flexibilidad y paciencia
Las interrupciones mientras impartes cátedra son muy comunes, por lo que ser flexible y paciente es importante para que no te generes estrés, pero también para que puedas controlar alguna situación que tus estudiantes puedan generar.
Dedicación
Ser profesor genera grandes beneficios entre ellos las vacaciones. Pero esta profesión implica dedicación total, por lo que es necesario que aprendas nuevas habilidades para que aprendas nuevas cosas. Un ejemplo podría ser inscribirte a estos cursos gratis para después enseñarlos a tus alumnos.
Actitud positiva
Una actitud positiva ayuda a sobrellevar y actuar a diversos problemas que pueden expresar o tener tus alumnos. Es importante que mantengas una actitud abierta con ellos para que se sientan apoyados.
Altas expectativas
Un maestro eficaz debe debe motivar cada día a que sus alumnos a que se esfuercen cada vez más para lograr mejores resultados.
Ser maestro es una ardua tarea, pero solo aquellos que aspiran a más y tienen altas expectativas sobre su trabajo son los que alcanzan el éxito y se destacan.
Después de leer esto ¿Eres un profesor eficiente?
[…] Al finalizar la boda Mateo la abrazó y le susurró al oido: “Gracias maestra Lupita por haber creído en mí. Por hacerme sentir importante. Y por demostrarme que puedo hacer la diferencia”. Con sus ojos aperlados por las lágrimas y le dijó: “Gracia a ti, Mateo. Tú me enseñaste a como educar“. […]
Excelente trabajo