El aula magna llevará su nombre.
Autoridades educativas reconocieron que el maestro Álvaro Osorno Manzanero, director por 41 años de la Secundaria Estatal “Eduardo Urzaiz Rodríguez”. No sólo realizó un trabajo ejemplar, sino que creó un modelo de colaboración comunitaria y una escuela que es referente en Yucatán.
El maestro Osorno Manzanero falleció el 17 de septiembre pasado. Este 26 de noviembre debía cumplir 71 años. Y en enero de 2018 llegaría a los 50 años de servicio activo en el magisterio. Pero una repentina enfermedad cortó su fructífera vida.
Ayer la comunidad de la escuela y el secretario de Educación estatal, Víctor Caballero Durán inmortalizaron su legado y pusieron el nombre del maestro Álvaro Osorno Manzanero al Aula Magna de la escuela pública.
La última obra que realizó como director con los recursos propios provenientes de la colaboración de los padres de familia y los bazares que realiza cada año.
Este caudal de aportaciones económicas permitió que el fallecido director construyera con recursos propios de la escuela 23 aulas didácticas. Siete talleres equipados, un laboratorio polifuncional, tres canchas deportivas techadas. Una plaza cívica techada, un teatro techado. Un estacionamiento para maestros techado y un moderno auditorio con butacas y aire acondicionado para 150 personas. La escuela tiene 36 aulas en total.
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La infraestructura educativa construida con esfuerzo y colaboración de los padres de familia y alumnos permitió al maestro Álvaro Osorno concretar su mayor proyecto educativo. Como dijo la alumna Nairin Lilian Miranda Cardozo, quien leyó su semblanza: que cada turno tuviera sus aulas y talleres propios, con lo cual el turno vespertino se iniciaba a las 11:30 horas y terminaba a las 5:40 de la tarde, algo único en el estado.
“Con ese horario, el director protegía a los alumnos de robos y asaltos que en ese entonces ocurrían en los alrededores de la escuela.” enfatizó la adolescente Miranda Cardozo, del segundo año, Grupo C del turno matutino. “Así apoyaba la seguridad de sus alumnos y la tranquilidad de los padres de familia”.
Homenaje
El homenaje de reconocimiento fue una iniciativa del Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación de Yucatán (Setey).
Cuyo líder, José Luis Flota Pech, informó que Osorno Manzanero fue el primer afiliado de este nuevo sindicato magisterial y con su asesoría creció y se fortaleció.
El profesor Álvaro Osorno Villamil, hijo del director fallecido y quien quedó al frente de la escuela en forma provisional, agradeció este acto de reconocimiento hacia su padre.
En su turno, el maestro en Derecho Caballero Durán calificó al homenajeado como uno de esos buenos maestros que no sólo se preocupó en lo individual. Sino que todos los alumnos que pasaran por la escuela trascendieran en la vida.
Y ahora puede decir que por medio de la educación y su trabajo formativo de profesionales Yucatán transita por el camino del desarrollo económico.
“El maestro Álvaro ejerció un liderazgo de servicio y dejó un legado de cómo se debe trabajar en una escuela”, recalcó el secretario ante directores de otras secundarias, supervisores y personal docente de la escuela.
“Es un ejemplo de cómo una comunidad organizada puede hacer muchas cosas. Es un modelo esta escuela porque en sus tres turnos todos tienen sus propias instalaciones.
Y eso lo hizo él con el esfuerzo y colaboración de la comunidad urzaizta”.
Hubo lágrimas entre los profesores de la escuela y de quienes trabajaron cerca del maestro fallecido.
Como sucedió con la presidenta de la Sociedad de Alumnos, Rita Buenfil Segovia, quien entre sollozos recordó el trabajo de este gran maestro.
Agradeció el apoyo de la Segey y el trabajo de profesores, padres de familia y alumnos que con su colaboración lograron edificar un lugar muy hermoso para los jóvenes.
“Ya no está físicamente con nosotros, pero nos dejó mucho para aprender de él y, mientras exista la Urzaiz, estará guardado su recuerdo en los corazones de la comunidad”, señaló.
“Sabemos que Alvarito (su hijo y actual director provisional) no dejará que caiga esta escuela”.
