La mujer estandarte del empoderamiento femenino en su país dio sabias palabras.
La joven Malala Yousafzai, Nobel de la Paz sobreviviente a un atentado por defender la educación de las niñas en Pakistán, habló este lunes en Sao Paulo sobre la importancia de la educación para el empoderamiento femenino.
“Educación es más que aprendizaje y lectura. Es emancipación”, resaltó Malala, de 20 años, al iniciar su intervención en el auditorio del parque Ibirapuera.
“La educación es la mejor inversión sostenible a largo plazo”, agregó, deplorando que al menos 1,5 millones de niñas brasileñas están fuera del sistema escolar.
Malala dividió el palco con varias mujeres vinculadas al área de educación, entre ellas Tabata Amaral, la estudiante brasileña. Ella fue la que a los 18 años consiguió que las principales universidades estadounidenses le abrieran las puertas. Eligiendo, además, una beca de Harvard para estudiar Ciencias Sociales y Astrofísica.
También estaba Ana Lucia Villela, presidenta del Instituto Alana de Protección de la Infancia. Subrayó que Brasil sufre con indicadores difíciles en materia educativa. “El país necesitará 260 años para alcanzar el nivel de competencia de lectura y escritura de alumnos de países desarrollados”, apuntó. De forma más explícita, Villela agregó “92,7% de los jóvenes que acaban la educación media en Brasil no saben qué quiere decir ‘92,7%'”.
Malala Yousafzai tenía 15 años cuando un talibán le disparó en la cabeza. Mientras iba en el autobús que la llevaba a la escuela en el valle de Swat, en Pakistán. Fue trasladada a un hospital de la ciudad inglesa de Birmingham . Allí se quedó a vivir ahí con su familia, siguiendo con sus estudios y su activismo.
La joven ganó el Nobel en 2014, junto al indio Kailash Satyarthi. Por su combate contra la explotación de los niños y jóvenes y por el derecho de todos a la educación.