Desarrollar su autoestima puede ser potencial para su futuro exitoso.
Nutrir la autoestima de los niños puede parecer una gran responsabilidad. Después de todo, es normal que sus niveles de autoestima suban y bajen. ¡Y es algo que les pasa incluso a los adultos más seguros de sí mismos!
La autoestima es la valoración positiva, de uno mismo. Para la psicología, se trata de la opinión emocional que los individuos tienen de sí mismos y que supera en sus causas la racionalización y la lógica. Reforzar la autoestima de los infantes desde un inicio puede suponer fortaleza, para poder emprender su viaje a su bienestar emocional.
Desarrollo
La autoestima no es algo innato, sino es el resultado de una construcción particular. Es el fruto de un proceso en el cual el niño desarrolla una actitud positiva hacía sí mismo. La autoestima tiene dos componentes, uno cognitivo, y otro afectivo.
- Cognitivo: Es la interpretación que hace la persona de su propio valor. Si se percibe a sí mismo con cualidades, con valor, o no.
- Afectivo: Es el afecto que experimenta una persona hacía sí mismo. También puede suceder que el individuo se perciba con valor (componente cognitivo es el idóneo), pero no lo siente de la misma manera (componente afectivo).
Resumiendo, estos dos componentes se modelan a través de la experiencia, dando como resultado la construcción de la autoestima.
Cómo mejorarla
La secreto para mejorar la autoestima en los niños está en proporcionar experiencias donde niño pueda demostrarse su valor que serán la base de una autoestima positiva. A las mismas se debe sumar la interpretación del niño, de cómo le ven los demás.
Consejos
Demostrar su valor: Deja tareas que realice por sí solo. No importa que cometa errores o que nosotros tengamos prisa. Lo mejor es dejar tareas sencillas que puedan superar, pero supongan un reto.
Elogios: Desde niños tomamos la opinión de los que nos rodean para crear nuestra propia imagen. Elogiar los buenos comportamiento, sin duda, sube la autoestima de los niños.
Sin etiquetas: Las comparaciones y las etiquetas son el peor enemigo de la autoestima de los niños. Pasa incluso con los adultos.