La intención de AMLO es regresar las cosas a como se encontraban a inicios del sexenio pasado.
El Ejecutivo federal, envió al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma constitucional para desmantelar la Reforma Educativa impulsada por la administración anterior.
Dicha iniciativa nos regresa a la eterna discusión sobre la educación en México. Así como sobre las perspectivas que surgen a partir de ella.
¿Para qué es la educación?
La respuesta a esta pregunta nos permitiría tener un espacio de orientación, sobre el tipo de educación que requerimos como país. Usualmente se ha discutido el qué y el cómo, pero no el para qué.
La intención del presidente con la iniciativa es regresar las cosas a como se encontraban a inicios del sexenio pasado para, desde ahí, iniciar un acuerdo entre los actores que permitan un tránsito hacia un modelo educativo nuevo.
La Reforma de 2013 no era necesaria en los términos en que se planteó, tal vez solo en el supuesto de reorganizar la relación laboral con los maestros. También se pudo hacer en el contexto de una negociación profunda con el sindicato.
Las condiciones en que la educación se da en México son muy variadas, por las distintas características y etapas de desarrollo que hemos tenido. Además la federalización abrió la brecha entre los estados que invierten mucho en ella y aquellos que viven fundamentalmente de la misma, y generó vicios que han resultado insalvables en algunas entidades.
El problema es precisamente que no hemos entrado de manera seria a pensar los “para qué” de la educación como sociedad, lo que nos daría orientación, más allá del qué y los cómo, que han sido las discusiones recurrentes.
La Sociedad Moderna
La sociedad contemporánea, requiere de niveles de conocimiento más profundos para asegurar el desarrollo, no únicamente económico, sino fundamentalmente personal y social.
Ello requiere de modelos y estrategias educativas que no corresponden a la sociedad moderna. Por lo que se han generado esquemas pedagógicos, que responden a dichas exigencias.
Más allá de que en nuestro sistema educativo no tengamos discusiones amplias sobre estos temas. El problema es que no tenemos una discusión sobre lo que queremos como sociedad en el futuro y la forma en que la educación apoya dicho objetivo.
Al parecer, tampoco ahora la tendremos. Pues se parte de prejuicios sobre lo que es el sistema y se responde a intereses de todo tipo. Obtienen beneficios de la forma en que el modelo funciona. Bajo ese escenario, nuestro futuro educativo no es promisorio.